Hace años que no duermo, olvide que esa palabra, acaso sera que he cercenado mis párpados para mirar detenidamente todo, para ver si esa silueta caminara de nuevo en el horizonte que he congelado en letras y palabras errantes.
No conozco las lágrimas, se fueron mucho tiempo atrás, donde enterré las semillas de mi remembranza, ahí esta el principio de mi historia, de mi tragedia, de mi comedia, de mi soledad, de mi alegría, de mi oscuridad.
No duermo y sin embargo tengo pesadillas, hermosas pesadillas de perdida y nostalgia, de fantasmas y amaneceres. No duermo y el tiempo corre sin detenerse, alejando mas y mas cualquier momento de suerte y calidez.
Mi árbol de recuerdos aun se ve, es muy grande para perderse en la inmensidad del tiempo o en las ventiscas de arena del olvido, allá están mis lágrimas, ayudando a que crezca y se mantenga fuerte, yo estoy bien aquí, aun sigo mirando al horizonte, donde hay una danza interminable de luces y sombras, pero no esta la que necesito, por eso solo observo.
Soy el poeta que murmuro en oídos de muertos, el amante que nunca beso en las despedidas, el apostador que no supo apostar, un guerrero sin armas, un sueño sin fantasía.
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